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Avanza evaluación de riesgo de desastres en salitreras Humbertone y Santa Laura

Reuniones con el equipo de profesionales y técnicos de la Corporación Museo del Salitre (CMS), así como inspecciones en terreno a las Salitreras Humberstone y Santa Laura, realizó la arquitecta Marcela Hurtado, de la Universidad Técnica Federico Santa María, y especialista en temas de conservación y restauración de Sitios de Patrimonio Mundial, en el contexto del proyecto  Evaluación de Riesgo de Desastres en el SitiosPatrimonial, que conforman ambas salitreras.

Este proyecto se vio impactado producto de la pandemia, pero como se contaba con el diagnóstico inicial levantado en torno al tema, fue posible que se implementaran varias líneas de acción para minimizar estos riesgos.

“En efecto, lo que se hizo antes de la pandemia, fue evaluar los índices de riesgos frente a las amenazas más críticas en los edificios e instalaciones más significativas de las Salitrera Humberstone y Santa Laura. A partir de esta información, se  definieron acciones claves, actores involucrados para su implementación y los protocolos de actuación. Muchas de esas acciones fueron implementadas”, indicó Marcela Hurtado.

Asimismo, la profesional comentó que “en esta segunda etapa, se está realizando una nueva evaluación de riesgo, para  ver si éstos han disminuido o aumentado respecto de las posibles amenazas; y definir acciones y estrategias actualizadas para minimizar el riego y con ello, proteger tanto los bienes patrimoniales como a las personas”.

Terreno

La especialista señaló que la inspección realizada a ambas oficinas salitreras fue muy positiva “porque permitió comparar un estado anterior con el actual, en lo referido específicamente a la vulnerabilidad de estas valiosas instalaciones. Es muy positivo ver que se implementaron, como me habían adelantado, algunas medidas simples, pero que pueden ser muy importantes a la hora de una eventual emergencia”.

La especialista se refiere específicamente ”a la instalación de extintores en varios de los principales edificios. También es positivo constatar que, junto con obras de restauración, se ha considerado la fijación de las planchas de revestimiento, algo que también se detectó como un problema frente a la amenaza derivada del viento. Estas simples acciones pueden significar una reducción importante del riesgo tanto para las personas como para los mismos bienes”.

Dijo que aunque hay notorios avances, “aún queda mucho que hacer para llegar a un estado óptimo que nos permita reducir al máximo la vulnerabilidad, ya sea a través de obras de mitigación o de adaptación. Amenazas como el sismo o las presiones ambientales que suponen el viento y la humedad no cesarán; y el daño, actual o potencial es visible. Lo mismo para el incendio, donde hay que avanzar en la prevención”.

Reportó que otro hecho que le impresionó positivamente “fue la buena disposición del equipo en terreno a aportar con información, con sus impresiones y a comprometer colaboración para lo que se trabajará en estos meses. Ese trabajo incluye también capacitar a este equipo para que pueda asumir futuras tareas de evaluación y de implementación de las propuestas que el proyecto formulará”, concluyó la especialista.

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