Opinión

Proyecto de Ley Censura 2.0. Periodismo de Investigación: No Disparen Contra el Mensajero

Marcos Borcoski, Periodista

Cuando pensábamos que estábamos viviendo -y de hecho es así- en un país con una democracia robusta, fuerte y vigente, de pronto y sin aviso previo nació en el corazón mismo del Congreso una iniciativa de idea que es aplicada tan sólo en los países con regímenes dictatoriales como Cuba, Venezuela o Nicaragua: la censura de prensa. Lo que es preocupante es que es auspiciada transversalmente del espectro político, tanto oficialistas como de la oposición. No tardaron mucho en ponerse de acuerdo parlamentarios del PPD, UDI, RN, Evópoli y PS.

¿CÁRCEL PARA LOS REPORTEROS?

La idea está inserta en el proyecto de ley que busca castigar incluso con el encarcelamiento cuando un reportero informe sobre las que son consideradas investigaciones penales reservadas.

El Colegio Regional Metropolitano de Periodistas ha sido muy claro al señalar que tal medida amenaza la Libertad de Prensa y el Derecho Ciudadano a informarse sobre cualquier caso de interés público. Y esto se discute en el Congreso Nacional que representa a la ciudadanía y que esta misma paga para que funcione originando leyes e ideas que interesen, protejan y beneficien a la ciudadanía, no al revés.

¿POR QUÉ TAN NERVIOSOS ANTE LA INVESTIGACIÓN PERIODÍSTICA?

La pregunta que cae por peso propio es: ¿Qué los pone tan nerviosos para llegar a estos extremos? La respuesta es clara. El trabajo de investigación periodística ha sido una herramienta fundamental para destapar casos de corrupción que ocuparon titulares en todos los medios de comunicación sin excepción y que dejaron perpleja a la ciudadanía.

CON CENSURA LA CIUDADANÍA JAMÁS SE HABRÍA ENTERADO DE ESCÁNDALOS POR CASOS DE CORRUPCIÓN

Con censura de prensa como la que se discute jamás nos habríamos enterado de casos como el llamado “Convenios”, en que se usaron fundaciones para apoderarse de miles de millones de pesos con aristas de tales dimensiones que mantienen con arresto domiciliario total a la diputada Catalina Pérez; o del caso “Audios” que le costó el puesto a dos magistrados del más alto tribunal del país, la Corte  Suprema y que mantiene en juicio al otrora famoso y poderoso abogado Luis Hermosilla; ni del caso que mantuvo en prisión y ahora con arresto domiciliario al ahora ex subsecretario del Interior, Manuel Monsalve acusado de violar a una subalterna; o del llamado Caso Lencería en que una mujer usó los dineros destinados a una fundación para comprar calzones.

CASO CONVENIOS, FUNDACIONES, CASO AUDIOS Y LA DANZA DE MILLONES

En el caso Convenios hubo una danza de millones y millones de pesos de fondos públicos entregados a estas organizaciones. Y cuando digo fondos públicos hablo de la plata, suya, mía, de todos los chilenos, plata que se origina en los impuestos que pagamos. Usted, como ciudadano, jamás se habría enterado de los entretelones de estas luctuosas acciones si hubiese existido censura de prensa. ¿Cómo podría haberse informado con una prensa amordazada en casos como el que remeció los cimientos de la Corte Suprema y que costó la salida a los magistrados Sergio Muñoz y Ángela Vivanco? Tampoco de la mediática indagación a la ex alcaldesa de Maipú, Kathy Barriga, ni los casos Penta y SQM.

Fue esta misma prensa investigadora la que ha puesto en apuros al gobierno de Boric cuando se conocieron entretelones de la venta de la casa del ex Presidente Allende, que también tuvo un costo: la destitución de la senadora Isabel Allende Bussi.

EL PERIODISMO ANTE LA ESPADA DE DAMOCLES

Pero el periodismo de investigación no descansa. Sigue trabajando, sigue indagando acerca de turbios escenarios y que no se sabe hasta dónde van a llegar. Quizás en este punto pensaron quienes buscan amordazar a la prensa en Chile, la misma prensa a la que acuden cuando quieren informar de algo que les favorezca o les convenga.

La iniciativa en cuestión, esta Ley Mordaza 2.0 -en lo medular- proponen una modificación al Código Procesal Penal, que contempla cárcel no sólo para quienes entreguen antecedentes confidenciales, sino también para quienes los difundan, incluyendo periodistas.

CASOS ICÓNICOS DE INVESTIGACIÓN PERIODÍSTICA

Hay casos icónicos de investigación periodística como el que protagonizaron los reporteros Woodward y Bernstein del diario “The Washington Post”. Ellos no cesaron en sus indagaciones, pero fue fundamental el apoyo que el director del diario, Ben Bradlee, les entregó en todo momento. El resultado ya pertenece a la historia: culminó con la renuncia del entonces Presidente de los Estados Unidos, Richard Nixon. Bob Woodward y Carl Bernstein jamás revelaron el nombre de su fuente de indagación a quien citaban sólo como “Garganta Profunda”. Esta fuente se reveló muchos años más tarde por sí misma.

En Chile, no se debe olvidar el caso del periodista Luis Mesa Bell, quien indagó hasta el último momento la desaparición de un joven profesor, Manuel Anabalón. El año 1932 sus indagaciones periodísticas y sus fundadas acusaciones le costaron la vida. Fue asesinado a golpes en lo que hoy son las calles Radal con Carrascal en la comuna de Quinta Normal. Tenía 28 años.

CON PALABRAS ENGOLADAS SE BUSCA DISFRAZAR LA MORDAZA QUE CAERÍA SOBRE EL PERIODISMO

Hoy se quiere atentar nuevamente contra la libertad de información. No importa que se usen. Se ha dicho que el proyecto busca regular la adecuada investigación penal, resguardando la información que es secreta, así como también poder establecer cuál es el límite de la vida privada en una investigación penal y aquellos antecedentes que efectivamente deben ser conocidos. Los límites a una investigación ya son censura. No se puede trabajar diciendo “esto lo puedo hacer, pero esto no.”

NOTICIAS QUE TAPAN INTENCIONES

La avalancha de información que se produce en la contienda política electoral ha empujado a un segundo lugar este tema y parar la iniciativa, esto es miel sobre hojuelas porque una noticia tapa a otra, pero los reporteros que trabajan con la materia prima, que es la noticia, tenemos claro que cualesquiera sean las explicaciones que tratan de endulzar la idea, lo medular es que la censura cuando se aplica en los medios de comunicación atenta no sólo contra el periodismo sino contra la ciudadanía que tiene el derecho a informarse clara y diáfanamente.

Un antiguo adagio dice:

El periodismo es como un espejo que refleja lo que hay en las sociedades. Si en estas hay corrupción, desfalco, tráfico de influencias y se dan incluso en las más altas esferas del poder… no es culpa del espejo”.

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