Trazos urbanos

Secretos del Salar Grande

El desierto, en su magnitud y soledad, siempre nos depara sorpresas inimaginables.

Y es que el territorio de Tarapacá es un como un gran baúl, desde cuyo interior surgen historias, vestigios y secretos.

Camino hacia el borde costero sur de Iquique, la Cordillera de la Costa se impone en el paisaje, como una verdadera fortaleza que protege al desierto del oleaje del Océano Pacífico.

Sobre aquel macizo costero, y a unos pocos kilómetros de la conocida “ruta de la sal”, se observa una gran y extensa planicie, en cuya superficie florecen extrañas formas terrosas … es el Salar Grande.

Reconocido como el depósito de sal más puro del mundo, a lo lejos se divisan algunas construcciones de empresas que explotan este gran yacimiento de cloruro de sodio para diferentes usos y fines industriales. Incluso, desde este lugar se extrae y produce la conocida “Sal Lobos”, aquella que usamos para sazonar nuestras comidas a diario.

Sin embargo, en la inmensidad de este gran salar que, seguramente, alguna vez fue un gran mar salino, hay una infinidad de secretos por descubrir.

A lo largo y ancho de este singular territorio agreste para el ojo humano, existen rincones que esconde verdaderos tesoros patrimoniales.

Uno de ellos son los vestigios de un antiguo campamento minero, cuyas casas habitaciones fueron hechas con bloques de sal unidas con barro; y tablas de madera para las puertas y ventanas. Maravilloso trabajo de ingenio y belleza!

En ellas vivían los trabajadores que trabajaban sacando con chuzo y pala la sal de este inmenso llano salobre; y que hoy se yerguen como una pequeña aldea abandonada que nos da cuenta del esfuerzo, tesón y sacrificio de quienes vieron en la explotación de la sal, un promisorio futuro para ellos y sus familias.

A ello se suma el paisaje que lo rodea… un verdadero campo de costrones que asemejan un valle de la luna, o quizás, del planeta marte.

Sin duda, que viajar por el territorio de Tarapacá es siempre un periplo mágico, que nos permite redescubrir bellos lugares, como el Salar Grande, allende la Cordillera de la Costa.

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