Opinión

Los (as) Primeros (as) Héroes en la Guerra del Pacífico

Ana Olivares Cepeda, Vicepdte. Los Viejos Estandartes® Antofagasta

Si bien es cierto, el 14 de febrero de 1879 (Ocupación y Reivindicación de Antofagasta a territorio chileno) es la primera acción que se antepone a la declaración de guerra contra los países aliados de Bolivia y Perú, es durante la Batalla de Topater, Calama (23 de marzo de 1879), donde aparecen las primeras bajas y héroes de la Guerra del Pacífico.

El interés por tomar posesión de este poblado responde a que era el principal lugar de abastecimiento en medio del desierto. Este oasis era punto de descanso obligado para los caravaneros y viajeros que bajaban del altiplano camino a la costa y viceversa.

A diferencia de Antofagasta, la población de Calama era boliviana y su principal y respetado hacendado era Eduardo Avaroa (Abaroa) Hidalgo, quien al enterarse de la proximidad de las tropas chilenas, organiza a su gente y los arma para defender sus propiedades.

Mientras esto ocurría, los chilenos avanzaban por el desierto y, luego de pasar por el mineral de Caracoles y reclutar más chilenos, avanzan hacia el oasis, amaneciendo el domingo 23 de marzo por cerro Limón Verde.

El número de defensa de Avaroa rodeaba los 130 hombres, pobremente armados, contra más de 500 soldados chilenos. Sin embargo, contaban con una gran ventaja: el conocimiento de los accesos al lugar, lo que lo ayudó a preparar una emboscada entre la vegetación loína, destruyendo los puentes de la ribera del río.

En el vado de Topater, bajo el mando del Tte. Crnl. Bartolomé de Vivar, cae herido de muerte Eduardo Avaroa junto a 20 de sus hombres civiles. Su frase célebre dicha ante la solicitud de rendición queda en la historia: “¡que se rinda su abuela, carajo!”. Hoy es considerado el máximo héroe boliviano de la Guerra del Pacífico.

En el vado de Huaita o Carvajal, los Cazadores a caballo son sorprendidos por el enemigo y 7 chilenos, bajo las órdenes del Mayor Rafael Vargas, caen muertos.

El desenlace final es el triunfo chileno y posesión de Calama.

Un monolito en el sector de Topater recuerda la gesta de aquel 23 de marzo de 1879 y sólo desde el año pasado, gracias a la acogida de nuestra solicitud al municipio, se instaló una placa con los nombres de los primeros héroes chilenos de esta guerra que duró 5 años. No hay tumbas donde dejar flores, ya que sus cuerpos fueron incinerados luego del enfrentamiento.

Recordamos a:

Cabo 1° Belisario Rivadeneira Riquelme

Cabo 2° José Exequiel Sepúlveda

Soldado José de la Cruz Vargas Ramírez

Soldado Carlos Fernández

Soldado Feliciano Farías Martínez

Soldado José Onofre Quiroga

Soldado Rafael Ramírez Zúñiga

Es importante también mencionar a los heridos del 2do de Línea que, luego de la batalla (en la madrugada del 29 de marzo), fueron trasladados en carreta al hospital de campaña ubicado en Caracoles. Al pasar por el puente Topater, este no resiste, se rompe y hace caer la carreta a las gélidas aguas del río Loa, donde 4 de sus 6 heridos mueren aplastados y ahogados. Así lo relata el Cmndte Eleuterio Ramírez en su parte oficial.

Ellos son:

Soldado Juan 2do Molina

Soldado José Luis Pérez

Soldado juan Bautista Figueroa

Soldado Benancio Candia

Ahora bien, a pesar de lo hostil del escenario, las féminas no se quedaron atrás y, previo al combate de Calama, podemos leer en el diario La Patria del 13 de marzo una nota del editor indicando:

“Ya saben nuestros lectores que en el registro cívico se inscribieron dos ciudadanas para la guardia nacional, pues bien, sabemos que el ayudante del cuerpo ha mandado hacer dos trajes completos de cantineras para que estas dos bellas hijas del batallón cívico de Caracoles, formen en la próxima llamada”.

La carta decía:

“Señor comandante de armas:

Al ver a mis compatriotas animados de un verdadero entusiasmo marcial, hoy, que nuestra querida patria los llama hacia sus filas para combatir contra un enemigo extranjero, yo, como ciudadana chilena, no puedo menos que ofrecer también mis débiles esfuerzos en favor de nuestra causa, impulsada por ese mismo patriotismo: y así deseo ingresar en las filas de la Guardia Nacional en clase de cantinera.

La pólvora ni las balas no me asustan y bien podré cuidar a los heridos en medio del estruendo del combate.

No creo quedar desairada en mi justa petición, porque lo mismo puede servir a la patria una mujer que un hombre, cuando no falta corazón y se tiene un sacrosanto amor a la patria.

Soy de Ud. atenta y segura servidora.

Josefina Carvallo”

Con este testimonio, sumado a la conocida acción de Irene Morales Galaz luego del 14 de febrero, donde se enrola como soldado varón inicialmente, vemos que la presencia femenina estuvo presente desde el minuto uno del conflicto y que, lamentablemente, aún está invisibilizado su importantísimo rol durante la conquista del desierto que hoy en día es el sustento económico de todo el país.

Desde el 2022, la enfermería de la Brigada Motorizada nro. 1 Calama lleva el nombre de Josefina Carvallo, gestión realizada por nuestra agrupación y que fue muy bien recibida por la comandancia del lugar.

Con esta acción esperamos reparar el olvido a nuestras(os) primeras(os) héroes de 1879.

Calama y el país se los deben.

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba