Descubren fósil de mandíbula de reptil marino Elasmosaurio con una antigüedad de casi 100 millones de años

A simple vista parece una roca, de aquellas que se encuentran en algunos sectores de la Cordillera de la Costa. Sin embargo, las marcas de dientes y algunas formas irregulares dieron la pista de que se trataba de una pieza paleontológica sin parangón: la mandíbula fosilizada de un reptil marino denominado Elasmosaurio, con una antigüedad de casi 100 millones de años, perteneciente al periodo cretácico.
Es por ello que en una charla expositiva denominada “Huellas del tiempo: las rocas nos cuentan de la historia”, organizada por Cecrea en el Museo Regional de Iquique, se presentó este fósil y la réplica de su cabeza, donde niños y niñas pudieron apreciar la historia de esta especie que habitó los mares del planeta.
Según Luis Pérez, director del Museo Regional de Iquique, arqueólogo de profesión y magíster en paleontología, el descubrimiento de este fósil fue un acierto fortuito.
La historia se remonta entre las décadas del 50 y 60, cuando personal de Enap y Corfo realizaron prospecciones en diversos sectores de la región, para ubicar minerales a explotar, pensando en un nuevo polo de desarrollo productivo en Tarapacá. Sin embargo, el proyecto no prosperó; y las piedras obtenidas como muestras de las prospecciones fueron donadas al Museo Regional de Iquique como colección geológica, quedando guardadas en las bodegas.
“En el 2020, durante el proceso de rehabilitación del museo, un grupo de 11 tesistas y practicantes de la Universidad Arturo Prat pidió autorización para revisar la colección geológica; y ahí ven que esta pieza escapaba del patrón geológico y nos dimos cuenta que era parte de un cráneo de un espécimen de fauna mayor. Por las características que tiene, conversando con la doctora Karen Moreno, de la Sociedad Chilena de Paleontología, nos señala que fácilmente pudo haber tenido más de 18 metros por el tamaño del cráneo”.
Comentó que por la propia expertiz y conocimiento local, el fósil pertenece al grupo Huantajaya, que son varias formaciones fosilíferas declaradas como tal por el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN); y cuyo hallazgo corresponde al Cerro Tarapacá, donde existe este tipo de roca, que son sedimentos marinos.
“Es importante porque para todos los dinosaurios son maravillosos. En términos turísticos es un atractivo y constituye un potencial para el desarrollo comunal y regional, como lo que pasa en Pica. Esto marca un antes y un después en el desarrollo de la paleontología local, porque hay un mayor interés por un patrimonio que estaba un poco a trasmano”.
Respecto del futuro del fósil, comentó que ya se encuentra resguardo como Monumento Nacional por el sólo ministerio de la ley; y que tras ser catalogado por los tesistas, hoy lo que se espera es realizar estudios más acabados, pero desde ahora ya se podría exhibir a público, marcando con ello un punto de interés a nivel internacional.
Protección Patrimonio
En tanto, la seremi de las Culturas, las Artes y el patrimonio, Rose-Marie Acuña, señaló que “para nuestro ministerio es muy relevante este descubrimiento, no sólo por su valor paleontológico, sino que por ser parte de nuestro patrimonio regional. Queremos educar sobre esta pieza y por eso, junto a niños y niñas de la región realizamos en Cecrea las experiencias “Réplicas de Historia: crea tu propio fósil”, una salida a terreno al sector de Chanavayita junto a Explora Tarapacá; y hoy terminamos con la socialización de este fósil y el conversatorio “Huellas del tiempo: Las rocas nos cuentan de la historia”. Queremos enseñar a las nuevas generaciones la importancia de la protección del patrimonio”.
Por su parte, el paleontólogo de Explora Tarapacá, Darío Bravo Ortiz, destacó que a la fecha Tarapacá era conocida por las huellas de dinosaurio en la zona de Pica; “y encontrar que también hay registros óseos de la época de los dinosaurios, es bastante impactante”, razón por la cual elaboró una réplica especulativa del fósil y que da cuenta del tamaño que tendría el resto del cráneo del animal, el cual se exhibió en la charla.
“Los registros de plesiosaurios, que son este tipo de reptiles prehistóricos, ya se han encontrado en Chile. De hecho, en los primeros fósiles hallados en Chile, en el año 1848, se nombró la existencia de un eventual plesiosaurio chilensis. Luego en la Isla Quiriquina hay otro registro de este mismo grupo, elasmosaurio, aunque un poco diferente, de cabeza más grande y cuello más corto, que se le denominó Aristonectes Quiriquinensis. El año 2020 apareció un nuevo registro de elasmosaurio en la región del Maule”, agregó el paleontólogo.
Fotos primer plano de fósil y réplica del cráneo del elasmosaurio