En el Día Nacional de la Prensa
Cada 13 de febrero, nos remontamos a aquella época en que Chile daba sus primeros pasos como nación. Tras la creación de la primera Junta Nacional de Gobierno, el 18 de septiembre de 1810; pasaron casi dos años para que circulara el Primer Periódico del país, la Aurora de Chile.
Bajo la dirección de Fray Camilo Henríquez, el 13 de febrero de 1812, salió a la luz este periódico que circuló con 62 ediciones hasta el 1 de abril de 1813.
Aunque en el periódico se publicaban noticias de variada índole, el sacerdote apóstata, escritor y político chileno, también conocido como el “Fraile de la Buena Muerte”, a través de sus artículos, difundió los ideales de la emancipación y la libertad social en el país, abonando el camino hacia la independencia y la conformación del Estado de Chile.
En su primer ejemplar, se leía “Está en nuestro poder, el grande, el precioso instrumento de la ilustración universal, la Imprenta. Los sanos principios, el conocimiento de nuestros eternos derechos, las verdades sólidas y útiles van a difundirse entre todas las clases del Estado”.
Hoy, a 212 años de aquel primer ejemplar del periódico que dio pie al periodismo nacional, debemos atender el rol que cumplen los medios de prensa, en un mundo donde las redes sociales han cobrado una fuerza inusitada a la hora de “dar a conocer” un hecho.
Nadie discute la importancia que tienen las redes sociales en un mundo donde la instantaneidad de las cosas, es la premisa para “estar informado” sobre lo que acontece a cada minuto.
Sin embargo, ha sido la propia realidad la que nos ha mostrado lo complejo que resulta para la ciudadanía, cuando los usuarios de las redes sociales orientan su quehacer a propagar las conocidas “fake news” (noticias falsas), generando confusión, caos e incertidumbre.
Es en este punto donde, como medio de comunicación, se nos hace un deber hacer un llamado de atención al exacerbado uso de las redes sociales, por lo delicado y perjudicial que resulta “informar” sin tener conocimiento y el criterio que impone la ética periodística.
En el periodismo, la información se entiende como un “bien social” y no como un producto, lo que implica que el periodista comparte la responsabilidad de la información transmitida y es responsable ante la sociedad por su divulgación.
Sin embargo, en las redes sociales –especialmente, Facebook e Instagram-; conocidos son los casos de noticias falsas que se han difundido en la región, junto con la emisión de imágenes que más que informar, atentan contra los derechos y dignidad de los involucrados, generando xenofobia, discriminación y animadversión hacia grupos humanos de diversa índole.
Quizás, algunos se escudarán empleando la denominada “libertad de expresión”, entendida como el derecho a decir lo que se piensa y a compartir información. Sin embargo, dicha libertad tiene su limitación cuando se vulneran los derechos y se transgreden los límites que nos impone una sociedad democrática.
He ahí donde surge la ética profesional, que es el pilar para informar con veracidad y objetividad, estableciendo una distinción clara entre los hechos, las opiniones y las interpretaciones; obligación que es irrenunciable para el periodismo y, por ende, para la prensa; ya que redunda en un compromiso con la sociedad, para entregar información verificable a la ciudadanía, lo que no ocurre a menudo en las redes sociales.
Es por ello que el rol de la prensa, en los tiempos que vivimos, resulta fundamental para abordar los temas de interés para la ciudadanía, fortaleciendo así el tejido social y los valores democráticos que nos identifican como sociedad y como país.
En esta nueva conmemoración del Día Nacional de la Prensa, reafirmamos nuestro compromiso como medio de comunicación independiente y pluralista, para continuar entregando información al servicio de la sociedad, la democracia y los Derechos Humanos; y cuyos principios rectores son la verdad, la libertad de prensa y el derecho a la información con responsabilidad.