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Diástasis Abdominal: La condición desconocida y silenciosa que impacta la salud y autoestima

«Al principio pensé que era normal que los primeros meses después de tener a mi hijo quedara con algo de guatita, pero cuando el tiempo pasaba y pasaba y aún tenía esa misma panza me deprimí enormemente, porque siempre he sido delgada; y en el embarazo subí los kilos normales, pero después del parto quedé con un bulto que antes no tenía. Incluso, me daban el asiento en el metro porque pensaban que estaba embarazada. Estaba en mi peso promedio, pero tenía guatita como de 4 o 5 meses de gestación, lo que me angustiaba, ya no podía ponerme la ropa que yo quería, ¡ni hablar de usar bikini!, sólo elegía lo que disimulara ese bulto extraño. Probé distintos ejercicios, como pilates y abdominales, pero pasaron dos años y nada cambió. Ahí fue cuando busqué en Internet qué podría pasarme y llegué a un nombre que nunca había escuchado: diástasis abdominal. Pedí hora con un médico, que me contó que lo que me había pasado les ocurre a muchas mujeres. Durante el embarazo se separan los músculos del abdomen y en más de la mitad de los casos ya no vuelven a unirse por sí solos».

El relato de Sofía no es un caso aislado, como ella, muchas mujeres se preguntan: ¿por qué tengo un bulto en el abdomen si me cuidé en el embarazo, me alimento bien y siempre he hecho deporte? Pocas saben que en realidad padecen esta condición.

¿Qué es la diástasis abdominal?

Se habla de diástasis abdominal cuando los músculos rectos del abdomen se separan a lo largo de la línea alba -línea media del cuerpo-, lo que deja la zona central de la pared abdominal más debilitada. Cuando esa separación supera los dos centímetros se habla de diástasis.

«Los músculos están unidos a través de una fascia, una especie de tela similar a la tela blanca que vemos en la carne que compramos. Esta fascia, que une los rectos abdominales, durante el embarazo se separa para dar espacio a la gestación. Sin embargo, durante los primeros seis meses del postparto debieran volver a unirse, pero en el 52% de los casos esto no ocurre. Esta condición la desarrollan todas las embarazadas que llegan al tercer trimestre, que superan la semana 36 de gestación y no sólo acarrea una preocupación estética y problemas de autoestima, sino que también puede acompañarse de hernias, incontinencia urinaria, fuertes dolores lumbares y otros síntomas que van desmejorando la calidad de vida de las mujeres. Muchas creen que haciendo ejercicios postparto esto se puede corregir, pero se dan cuenta que, pese a los esfuerzos, el ‘bultito’ no disminuye ni desaparece, lo que provoca grandes problemas en su autoconfianza. Muchas veces no saben a qué especialista consultar o normalizan como parte del postparto este gran cambio en su cuerpo, porque no tienen otros síntomas además de esa ‘guatita flopi'», señala el Dr. José Tomás Gantz, cirujano plástico, especialista en cirugía de contorno corporal y reconstrucción en cirugía post-bariátrica.

Otros casos

La diástasis también afecta a quienes bajan mucho de peso tras practicarse una cirugía bariátrica o por seguir un tratamiento de cambio de hábitos.

«En todos estos casos no existe un tratamiento efectivo que permita corregir este problema que no sea la cirugía. No hay evidencia de que algún tipo de ejercicios logre juntar músculos que se separaron. En la cirugía -que puede ser vía laparoscópica- unimos los músculos recto-abdominales, con lo que los pacientes tendrán mejor calidad de vida, pero queda otro tema y es que sobra la piel que acompañó el proceso por el cual se distendieron esos músculos. Entonces, le tengo que decir a los pacientes que esa piel va a quedar así y en la medida que pase el tiempo, o aumente de peso, esto podría empeorar. En estos casos cuando sobra la piel, la opción es la abdominoplastia, que es una cirugía segura y que hacemos habitualmente”, indicó el Dr. Gantz.

Agregó que si la diástasis se desarrolló por un embarazo, “se debe esperar seis meses después del parto, para ver si los músculos se juntan por sí solos, antes de intervenir. Ahora, si la diástasis se produjo por una fuerte baja de peso tras cirugía bariátrica, la abdominoplastia se realiza como cierre del proceso, dejando su cuerpo como él o ella quiere tenerlo».

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